martes, 31 de agosto de 2010

DESCUBRIMIENTO DE AMERICA


Una vez conseguido el apoyo de los Reyes católicos de España, el 3 de agosto de 1492 salen en expedición Cristóbal Colón junto con 120 hombres de tripulación, en su mayoría, reclutados en el Puerto de Palos entre delincuentes comunes y condenados a trabajos forzados. Para su viaje contaban con tres carabelas llamadas la Pinta, la Niña y la Santa María Los reyes habían entregado aparejadas las dos primeras embarcaciones y la tercera la aparejó Colón con la ayuda económica de Martín Alonso y Vicente Yánez Pinzón, expertos marinos y constructores navales del Puerto de Palos. Navegaron las costas de África y llegaron a las islas Canarias, en donde una avería en la Pinta retraso el viaje hasta el 6 de septiembre. Desde la isla Gomera del archipiélago Canario zarparon de nuevo las carabelas, rumbo al oeste.

Después de varios meses de navegación el 12 de octubre de 1492 en la madrugada el marinero Rodrigo de Triana divisó Tierra. Habían llegado a una de la isla del archipiélago de las Bahamas llamada por los indígenas Guanahaní y que Colón le puso el nombre de San Salvador. Al amanecer Colón desembarcó, acompañado de Martín Alonso y Vicente Yánez Pinzón, capitanes de La Pinta y La Niña, y tomó posesión de la tierra descubierta en nombre de la Corona de Castilla. Después de la exploración por el archipiélago Colón se dirigió al sur descubrió la isla de Cuba y Haití y le dio el nombre de la Española. Fue ahí precisamente donde naufragó La Santa María, obligando a los españoles a construir con los restos de la nave, una especie de establecimiento llamado "Fuerte de la Navidad", en donde quedaron 40 españoles, ansiosos de riquezas, mientras Colón emprendía el viaje de regreso a España con las otras dos embarcaciones.

El 15 de marzo de 1493, llega de nuevo a Puerto de Palos con la noticia de haber descubierto tierras en el océano. Llevó a la corona española oro, muestras de plantas, animales desconocidos en Europa y 6 indígenas que habían capturado. Llamados así, ya que Colón creyó que había llegado a Las Indias sin sospechar que realmente era continente americano.

Después de este viaje, se organizaron otros viajes menores financiados por la corona española. Núñez de Balboa cruzó a pie el estrecho de Panamá y encontró el océano pacífico en 1513, Francisco Hernández de Córdoba en 1517 y Juan de Grijalva en 1518 recorrieron las costas mexicanas. Finalmente, Américo Vespusio desde 1451 a 1512 recorrió la costa norte de América del sur, los litorales del Brasil y el sur de la Patagonía y comprobó definitivamente que donde Colón había llegado no era las Indias sino un nuevo continente al que dio su nombre: América.

La hazaña de Cristóbal Colón no tiene precedentes en la historia de la humanidad. Con el descubrimiento del Nuevo Mundo se aportó a España un continente de riquezas de toda naturaleza y la gloria de modificar los conocimientos geográficos existentes para la época. América por su parte recibió un gran legado cultural, de adelantos y de expresiones artísticas no sólo occidentales sino también orientales.

En consecuencia, el 12 de octubre de cada año se propone como fiesta nacional en donde se celebra el día en que las carabelas de Colón llegaron al continente Americano. El "Día de la Raza" es una ocasión para detenerse a pensar y ver que las naciones americanas deben ser plurales en lo cultural, lo étnico y lo racial.

AMERICA



América es el segundo continente más grande del mundo, después de Asia. Ocupa gran parte del Hemisferio Occidental de la Tierra. Se extiende desde el océano Glacial Ártico por el norte hasta el cabo de Hornos por el sur, en la confluencia de los océanos Atlántico y Pacífico que delimitan al continente por el este y el oeste, respectivamente.

Con una superficie de 42.044.000 km², es la segunda masa de tierra más grande del planeta, cubriendo el 8,3% de la superficie total del planeta y el 30,2% de la tierra emergida, y además concentra cerca del 12% de la población humana.

Debido a su gran tamaño y sus características geográficas, América es dividida tradicionalmente en América del Norte, América Central, las Antillas y América del Sur.[4] Algunos geógrafos consideran a América Central y a las Antillas como una subregión dentro de América del Norte. Atendiendo a sus características culturales, se distinguen América Anglosajona, el Caribe no latino y América Latina.

El continente fue descubierto por Cristóbal Colón. Había sido previamente denominado con el nombre Abya Yala por los antiguos mayas y las culturas centroamericanas, como Amerrikua (país de los vientos) por los mayas de Nicaragua y Cem Anahuac por los aztecas.

martes, 24 de agosto de 2010

COLONOZACION Y CONQUISTA DE EL NUEVO MUNDO

Los gobiernos coloniales, organizaron las economías de las sociedades americanas bajo su dominio dentro de un sistema de comercio mundial, con el fin de que proveyeran metales preciosos y materias primas a las economías de Europa, hasta conformar el mercantilismo, como política para el desarrollo de las naciones europeas. La conquista de América impuso sistemas de trabajo servil para los indígenas, y un extendido régimen esclavista, que se alimentó del secuestro de personas en África y su traslado forzoso a América. En las colonias de España, se estableció un sistema de castas que imponía un rol social. Luego de la Conquista de América, algunas de las constituciones de las naciones que se independizaron abolieron la esclavitud, siguiendo el ejemplo de Estados Unidos y Francia otras constituciones como la de Argentina promovían la ocupación de europeos en los territorios poblados por indígenas. En otros países americanos, como el Reino de Brasil y Estados Unidos, la esclavitud continuó hasta la segunda mitad del siglo XIX.

Culturalmente, la conquista de América impuso las características de la civilización europea, imponiendo el uso de lenguas europeas, principalmente del idioma español, el inglés, el portugués y el francés, extendiendo la escritura y la economía mercantil, convirtiendo a la población al cristianismo ibérico evangelización salvación Alejandro VI muchas veces con variadas formas de sincretismo en las que persisten las religiones precolombinas y africanas, y la erradicación del canibalismo y los sacrificios humanos en las culturas americanas que los practicaban. Las culturas europeas y americanas adoptaron mutuamente los adelantos técnicos desarrollados por cada una, durante miles de años de desarrollo de sus respectivas civilizaciones y culturas.

La conquista europea se realizó a partir de enclaves urbanos y no penetró o fue rechazada, en amplias áreas del continente que no poseían el grado de civilización de Aztecas o Incas. Así, varios pueblos originarios mantuvieron el dominio sobre vastos territorios hasta finales del siglo XVIII o del siglo XIX, cuando sufrieron una nueva ola de conquista por parte de los estados americanos independizados: la Patagonia, la llanura pampeana, el Gran Chaco, el Mato Grosso, la Región Amazónica, la Región del Darién, las grandes llanuras del oeste norteamericano y Alaska entre otras, permanecieron bajo el dominio de naciones como los Mapuche, Het, Ranquel, Wichí, Qom, Amazónicas, Algonquina, Hopi, Comanche, Inuit y muchos otros.

Algunos pueblos indígenas, llamados en el siglo XIX salvajes por los gobiernos nacionales de algunos países como Argentina, Brasil, Estados Unidos, Uruguay, Chile, y también llamados indios por algunas personas en algunos países Argentina o Brasil padecieron acciones de guerra por parte de esos estados nacionales independientes de América y sus fuerzas armadas a lo largo del siglo XIX y XX, lo que ha sido denunciado como genocidio, en tanto sus gobiernos lo han considerado como "acción civilizatoria" o "pacificadora". En la Conquista de América, algunos estados independientes americanos, como Argentina, Chile y Estados Unidos, también llevaron adelante acciones tendientes a ocupar territorios de indígenas en variados estadios de desarrollo; algunas personas y estudiosos sostienen que en dichas acciones estos países llevaron adelante políticas de limpieza étnica y de genocidio, pero otras personas y estudiosos lo niegan.

Fotografía de la Masacre de Wounded Knee, durante la Conquista de América en el siglo XIX por estados americanos independientes contra la nación Siux

En la Conquista, en el siglo XIX y siglo XX, algunos estados americanos, como Argentina, Chile y Estados Unidos, también realizaron acciones de exploración, apropiación y conquista que implicaron la ocupación del territorio de algunos pueblos indígenas de desigual desarrollo cultural. También en el siglo XX, otras naciones americanas impulsaron políticas racistas contra indígena, afroamericano y sus descendientes como reflejo de la doctrina racista biológica pseudocientífica europea. Algunas personas y estudiosos sostienen que en dichas acciones estos países llevaron adelante políticas de limpieza étnica y de genocidio, pero otras personas y estudiosos lo niegan.

Si bien es clara la fecha de inicio de la Conquista de América (1492), la fecha de finalización es menos clara. En el caso español, en la década del 70 del siglo XVI un decreto del rey Felipe II prohibió los actos de conquista, denominándose a partir de entonces los actos llevados adelante por los españoles con la palabra pacificación. Más allá de las cuestiones terminológicas se puede decir que la Conquista Europea de América terminó con el proceso generalizado de emancipación iniciado por la independencia estadounidense en 1776 y creación de naciones independientes y soberanas en América que se extendió a lo largo de los siglos XIX y XX. La última nación en independizarse de una potencia europea fue Belice en 1981, restando aún algunos pocos enclaves coloniales.

Pese a ello los proceso de conquista de pueblos originarios continuaron en los países ya independizados de Europa. Ejemplos de ello son la llamada Conquista del Oeste por parte de los Estados Unidos, y las denominadas Conquista del Desierto y Pacificación de la Araucanía en Argentina y Chile, mediante las cuales se conquistaron las tierras y se sometió al pueblo Mapuche. Incluso hacia finales del siglo XX en países como Colombia, Venezuela, Brasil y Perú se registraban casos de colonos blancos que desposeían a los pueblos aborígenes de sus territorios de manera violenta o por medio de negocios no claros. La organización continental de los pueblos indoamericanos continúa a denunciar hechos en contra de los derechos humanos en ese sentido. La elección de Evo Morales como presidente de Bolivia en 2006, primer presidente de un país americano perteneciente a un movimiento indígena, ha sido presentado por sus seguidores como la primera oportunidad para desmontar la matriz étnica-colonial subsistente de los Estados americanos.

CAUSAS DEL DESCUBRIMIENTO DE AMERICA
Se dice que varias son las causas del descubrimiento de América. En el Mediterráneo, como se sabe, los antiguos habían desplegado una gran actividad: fenicios, griegos y cartagineses, lo mismo que los romanos, hicieron tráfico marítimo como vehículo de intercambio de mercaderías entre Oriente y Occidente. Vino luego un largo estancamiento. Después, poco a poco, la inactividad marina que estuviera por muchos siglos adormecida fue despertando ante la sed de nuevas aventuras y riquezas; pero, debido sobre todo, o al menos en gran parte, al descubrimiento de la brújula -ya no podían perderse-, de la pólvora y de la imprenta.
Otras de las causas
Son muchas otras las causas las que se pudieran mencionar que dieron pie al descubrimiento de América.
1. La extensión del comercio europeo con Oriente.
2. El ejemplo de las Cruzadas que habían sido viajes, no sólo de conquistas, sino también de exploración.
3. El móvil religioso -imperante siempre en estos casos- de conquistar no solamente territorios, sino almas también.
4. El deseo de encontrar un nuevo camino, tal vez más corto o menos peligroso -por aquello de la piratería- para ir a las Indias, país de preciosas y finas mercaderías.
5. El móvil aventurero, la sed de conquistas y la búsqueda de oro.
Hace poco más de 500 años, durante el Renacimiento, comenzó lo que en la historia de la navegación y el comercio es llamada “Era Oceánica”.
Entre 1400 y 1600, los europeos realizaron notables descubrimientos geográficos que habrían de cambiar la historia del mundo. Sin duda, el más importante de todos ellos fue el “Descubrimiento de América”, ocurrido en 1492, cuando Cristóbal Colón llegó a una pequeña isla americana ubicada en
el mar Caribe.


CAPITULACIONES DE SANTA FE
Después de muchas tentativas de que intercediera favorablemente de nuevo el monasterio de La Rábida y fray Juan Pérez, los Reyes Católicos, en un acto personal, no científico, decidieron respaldar el plan colombino. El 17 de abril de 1492 se firmaron las Capitulaciones de Santa Fe o documento-contrato, que estipulaba las condiciones en que Cristóbal Colón haría el viaje descubridor. El documento tiene dos partes, un preámbulo sorprendente que dice así: "Vuestras Altezas dan e otorgan a don Cristóbal Colón en alguna satisfacción de la que ha descubierto en las Mares Océanas y del viaje que agora, con el ayuda de Dios ha de fazer por ellas en servicio de Vuestras Altezas, son las que se siguen". Ese "ha descubierto" es, para los partidarios de la teoría del Predescubrimiento, la prueba documental decisiva, ya que Colón se atribuye, antes de 1492, descubrimientos en el océano que ahora transfiere a los Reyes Católicos, en virtud de lo cual estos le corresponden dándole una serie de privilegios, que forman la segunda parte del documento:
1º) El oficio de almirante de la Mar Océana, vitalicio y hereditario, en todo lo que descubra o gane, y según el modelo del almirante mayor de Castilla.
2º) Los oficios de virrey y gobernador en todo lo que él descubra o gane. No se habla de hereditariedad. Para cubrir los cargos en las Indias, puede proponer terna a los reyes para que estos escojan.
3º) La décima parte de todas las ganancias que se obtengan en su almirantazgo.
4º) Que todos los pleitos relacionados con las nuevas tierras los pueda resolver él o sus justicias. Este punto nunca se cumplió porque estaba condicionado a los precedentes castellanos.
5º) El derecho a participar con la octava parte de los gastos de cualquier armada, recibiendo a cambio la octava parte de los beneficios.
Con este documento capital y otras mercedes, se dirigió a la villa de Palos a preparar la flota descubridora.

COLON EN CASTILLA

A finales de 1484 o principios de 1485 dejó Portugal lo más secretamente que pudo y entró en Castilla: "Siete años estuve yo en su real corte, que a cuantos se habló de esta empresa todos a una dijeron que era burla", recordaría después. Tras arribar con su hijo Diego a algún puerto del golfo de Cádiz, quizá Palos de la Frontera, visitó el monasterio franciscano de Santa María de La Rábida, en donde siempre halló Colón ayuda material, amigos y conversación.
El 20 de enero de 1486, los Reyes Católicos recibieron por primera vez a Colón en Alcalá de Henares , y a continuación nombraron una junta de expertos para valorar el proyecto colombino. La voz de la ciencia, al igual que en Portugal, le fue contraria.
A pesar de que muchos no daban crédito a lo que prometía, nunca faltaron protectores a Colón. Algunos de los más constantes fueron frailes con influencia ante los Reyes, como el incondicional, buen astrólogo y entendido en navegación, fray Antonio de Marchena. Otro religioso influyente, maestro del príncipe don Juan, y siempre favorable a Colón fue fray Diego de Deza. Es posible que el futuro descubridor revelase a ambos sus conocimientos en secreto de confesión. Un tercer religioso, decisivo en 1491 y 1492, fue el fraile de La Rábida, Juan Pérez. En la última fase de la negociación, además de hombres de religión, el genovés contó con el apoyo de algunos cortesanos distinguidos, como fue el caso de Luis de Santángel, Juan Cabrero o Gabriel Sánchez.
Entre los años de 1487 y 1488, mientras esperaba en Córdoba la decisión de los Monarcas, conoció a Beatriz Enríquez de Arana, una joven de humilde procedencia, que el 15 de agosto de 1488 le dio un hijo: Hernando Colón. Para hacer frente a sus necesidades, trabajó con sus manos pintando mapas de marear o portulanos que vendía después a los navegantes, e hizo de mercader de libros de estampa. En 1488, invitado sorprendentemente por el rey portugués Juan II, parece que hizo un viaje rápido a Portugal. Poco después, se movía por Andalucía y visitaba a los duques de Medinasidonia y a los de Medinaceli, mientras llegaba a su fin la guerra de Granada, que tenía ocupados a los Reyes Católicos.

REINA ISABEL DE CASTILLA

BIOGRAFÍA

Isabel de Castilla, hija de Juan II de Castilla y de su segunda mujer, Isabel de Portugal (1428-1496), nació en Madrigal de las Altas Torres (Ávila) el 22 de abril, Jueves Santo, de 1451 en el palacio que hoy ocupa del Monasterio de Nuestra Señora de Gracia. El lugar y la fecha de nacimiento han sido históricamente discutidos, toda vez que cuando nace, nadie es consciente de la importancia que esa niña iba a tener en el futuro. Madrigal era entonces una pequeña villa de realengo donde circunstancialmente residía su madre, Isabel de Aviz, y de ella recibe el nombre que entonces no era frecuente en España.

Dos años después, en Tordesillas, nacerá su hermano Alfonso. Con anterioridad, y fruto del matrimonio entre Juan II de Castilla y María de Aragón, había nacido Enrique, hermano de padre de Isabel, que ocuparía el trono en 1454 y sería conocido como Enrique IV el Impotente.

A la muerte de su padre en 1454, se retiró con su madre y su hermano Alfonso a la villa de Arévalo, donde vería los ataques de locura de su madre Isabel. Esta es una época de dificultades, incluso económicas, pues aunque su padre había dejado importantes disposiciones testamentarias en favor de su madre, de ella, el rey Enrique IV las incumple reiteradamente. En esta adversidad Isabel se fortaleció con lecturas evangélicas y libros de piedad. También le ayudó su amistad con Santa Beatriz de Silva (1424 - 1491), a la que luego ayudaría en la fundación de la Orden de las Concepcionistas Franciscanas y a la que donó los palacios de Galiana. Otros personajes importantes en este momento y en general en su vida fueron Gutiérrez de Cárdenas, su esposa Teresa Enríquez y Gonzalo Chacón.

En 1461, Isabel y su hermano Alfonso son trasladados a Segovia, lugar donde se emplazaba la Corte, por estar cercano el nacimiento de la hija de los reyes, doña Juana de Castilla. Pronto se la apodó Juana la Beltraneja, pues, según los rumores de la época, era hija de la reina, doña Juana de Portugal, y de Beltrán de la Cueva.

PROYECTO DESCUBRIDOR COLOMBINO

Por los años 1480-1482, Cristóbal Colón era un buen navegante, un hombre práctico y autodidacta, pero carecía de ciencias y saberes teóricos.Para elaborar su plan descubridor, Colón, que era más medieval que moderno, y se sentía instrumento de la Providencia, utilizó varias fuentes informativas: la Historia rerum ubique gestarum del papa Pío II; la I'mago Mundi del cardenal francés Pierre D'Ailly; y la Correspondencia y Mapa que, en 1474, el sabio florentino Paolo del Pozzo Toscanelli había hecho llegar al rey de Portugal a través de su amigo, el canónigo lisboeta Fernando Martins.
De las dos primeras obras, que eran como enciclopedias del saber del momento y que estudió muy detenidamente, como demuestran las casi 1.800 apostillas o anotaciones al margen, extrajo referencias muy concretas sobre parajes bíblicos, situados en el fin del Oriente, como el Paraíso Terrenal, los Jardines del Edén, Tarsis y Ofir, el reino de Saba, los montes de Sophora, la isla de las Amazonas, que pronto situaría en distintas zonas de las Indias, porque para él allí estaba el extremo de Asia. De Toscanelli, que seguía a Marco Polo, recogió Colón todo lo relativo al gran kan, a la tierra firme asiática y sobre todo al Cipango, isla distante 1.500 millas del Continente y famosa por su riqueza. Sin embargo, hay un punto en el que Colón discrepaba del sabio florentino: las distancias entre ambos extremos del Océano. Toscanelli asignaba al mismo 120 grados de la esfera terrestre y, aunque situaba algunas islas en el camino, la empresa resultaba muy arriesgada. Por esta razón, los portugueses, tras estudiar el plan, lo rechazaron y archivaron. Colón, sin embargo, sabía que, en el capítulo de las distancias, Toscanelli estaba equivocado: al empezar el viaje descubridor, anunció que las primeras tierras se encontrarían a 800 leguas de las islas Canarias.
Para defender su proyecto ante los expertos, tenía que entrar en mediciones sobre el grado y la esfera terrestres. Coincide con Alfragano: 1 grado = 56 millas y 2/3 por tanto, la circunferencia del ecuador era igual a 20.400 millas. Esto daría 40.000 kilómetros para la circunferencia del ecuador (prácticamente la medida real). Sin embargo, Colón achica la esfera terrestre y da al ecuador una medida de unos 30.000 kilómetros, es decir una cuarta parte menos, porque está manejando la milla itálica, de unos 1500 metros. Hacia 1483 o 1484 defendió este proyecto ante los portugueses, que lo rechazaron. De mediciones, cálculos y Toscanelli, ellos sabían más que Colón.

COLON ANTES DE 1492

Hay grandes indicios y alguna prueba razonable, como el preámbulo de las Capitulaciones, de que Colón, cuando elaboró su plan descubridor, sabía más de lo que decía. Tal convencimiento, que se extendió ya desde el principio entre los primeros pobladores y cronistas, se corresponde con el llamado
Parece que, entre los años 1477 y 1482, en que Colón no dejó de realizar frecuentes viajes a las islas Madeira, Azores y Canarias, algo trascendental, que él califica de "milagro evidentísimo", le sucedió, si hacemos caso a sus palabras: "Me abrió Nuestro Señor el entendimiento con mano palpable a que era hacedero navegar de aquí a las Indias, y me abrió la voluntad para la ejecución de ello. Y con este fuego vine a Vuestras Altezas".
Los defensores del predescubrimiento de América sostienen que ese algo trascendental, repentino y milagroso que le sucede a Colón en cualquier momento de estos años fue que alguien, con conocimiento de lo que decía, le informó de la existencia de unas tierras al otro lado del océano. Tal información aportaba detalles bastante ajustados sobre algunas islas y sus naturales, sobre ciertos parajes y, especialmente, acerca de las distancias. Ese alguien fue, según unos, un piloto portugués o castellano que al regresar de Guinea se vio impulsado por alguna tormenta hasta las Antillas. Tras un tiempo allí, regresó, se encontró con Colón, le informó y murió. Según otra teoría, la información colombina procedería, no de un europeo, sino de algún grupo indígena que en un desplazamiento por las Antillas se vio obligado a desviarse océano adentro hasta encontrarse con Colón. Ambas teorías coinciden en señalar que tal encuentro debió producirse a bastantes leguas al Oeste de las Canarias, Azores o Madeira, en una zona que por aquel entonces frecuentaba. Cristóbal Colón se sintió elegido por la Providencia para descubrir aquellas tierras, y, a partir de ahí, comenzó a elaborar su proyecto, sabiendo que la mayor dificultad que iba a tener era cómo articularlo teóricamente para defenderlo ante los mayores expertos del momento: portugueses y castellanos.