sábado, 20 de noviembre de 2010

Antiguos Pobladores
Se calcula que en el momento de los primeros contactos con los europeos el continente americano estaba habitado por más de 90 millones de personas: unos 10 millones en el actual territorio de Estados Unidos y Canadá, 30 millones en México, 11 millones en Centroamérica, 445.000 en las islas del Caribe, 30 millones en la región de la cordillera de los Andes y 9 millones en el resto de Sudamérica. Estas cifras de población corresponden a estimaciones muy relativas (algunas fuentes citan magnitudes mucho menores), ya que resulta imposible dar cifras exactas. Cuando los europeos empezaron a realizar los primeros registros, la población indígena ya se había visto diezmada por las guerras, el hambre, los trabajos forzosos y las epidemias de enfermedades introducidas por los europeos.
Primeras Migraciones
A grandes rasgos, podría decirse que los indígenas americanos probablemente descendieran de los pobladores asiáticos que emigraron a través de la lengüeta de tierra del estrecho de Bering durante el periodo cuaternario, que se inició hace unos 30.000 años.
Según los testimonios de las migraciones humanas, los primeros pueblos que se desplazaron hacia el continente americano, procedentes del noreste de Siberia hacia Alaska, portaban utensilios de piedra y otras herramientas típicas de mediados y finales del periodo paleolítico de la edad de piedra. Estos pueblos probablemente vivían en grupos de unos 100 individuos, pescando y cazando animales como venados y mamuts. Eran nómadas y trasladaban su campamento unas cuantas veces al cabo del año para aprovechar los alimentos de cada estación. Es probable que se reunieran durante algunas semanas con otros grupos con el fin de celebrar ceremonias religiosas y realizar trueques de productos, además de intercambiar información. Al parecer, los primeros asentamientos se ubicaron en Alaska y más tarde fueron desplazándose hacia el interior del continente americano.


ANTEPASADOS DEL HOMBRE

Los hallazgos de las primeras migraciones son muy escasos. Los testimonios que se desprenden del estudio comparativo de las lenguas indígenas, así como del análisis de algunos materiales genéticos, sugieren la posibilidad de que estas migraciones tuvieran lugar hace unos 30.000 años. Algunas pruebas más directas, procedentes de yacimientos arqueológicos, sitúan esa fecha algo más tarde. Por ejemplo, en el Yukón, en el actual Canadá, se han descubierto utensilios de hueso cuya antigüedad ha quedado fijada en el 22.000 a.C. mediante las técnicas de carbono radiactivo. Los restos de hogueras descubiertas en el valle de México (véase Valle de Anáhuac) datan del 21.000 a.C.; se han hallado algunas lascas de herramientas de piedra cerca de ellas, lo cual determina la presencia humana en aquella época. En una cueva de la cordillera de los Andes peruanos, cerca de Ayacucho, los arqueólogos han hallado utensilios de piedra y huesos de animales triturados, cuyo origen se ha datado en el 18.000 a.C. Otra cueva de Idaho, Estados Unidos, contiene restos parecidos que datan del 12.500 a.C. En ninguno de estos yacimientos aparecen objetos o herramientas con un estilo diferenciado. El único objeto hallado que sí tiene un estilo propio apareció hacia el 11.000 a.C. y se conoce como puntas 'clovis', tipo de punta de jabalina de base cóncava y con acanaladuras en una o dos de sus caras.

martes, 2 de noviembre de 2010

FAMILIAS INDIGENAS


La región arqueológica colombiana se encuentra ubicada en lo que se conoce como área intermedia, entre el territorio maya y los Andes Centrales y está constituida, por algunos países centroamericanos, por Colombia y Ecuador. Colombia posee costas sobre el mar Caribe y el océano Pacifico; esta magnífica situación la ha convertido en un cruce de múltiples tendencias culturales: de las zonas mesoamericana, circuncaribe, andina, amazónica y pacífica.

PERÍODOS ARQUEOLÓGICOS

La etapa aborigen de Colombia siguió un proceso de formación similar al de otras culturas, pasando por varias fases. Al llegar los conquistadores europeos, encontraron culturas indígenas avanzadas y grupos aislados con elementales sistemas agrarios, alimentándose básicamente de la caza y la pesca.

Las etapas correspondientes a este proceso cultural no tienen una determinación cronológica unificada, ya que los testimonios arqueológicos y geológicos varían en cuanto a datación de fechas. Sin embargo, las más aproximadas son: Paleoindia, Arcaica y Formativa.

  1. ETAPA PALEOINDIA

    Se ubica entre el 15.000 y el 7000 a. de C. Hallazgos arqueológicos en la región de El Abra, cerca a Zipaquirá, y en la hacienda del Tequendama, junto a la región del mismo nombre, muestran artefactos líticos, restos humanos y herramientas elaboradas en hueso y cuerno, como lascas, raspadores, raederas, núcleos y denticulados, lo que manifiesta vestigios de grupos de cazadores y recolectores que se alimentaban no sólo de pequeños mamíferos, sino también de frutos y raíces.

  1. ETAPA ARCAICA

    Va del 7000 al 1200 a. de C. Esta etapa se caracteriza por una agricultura incipiente. El principal yacimiento se encontró en Puerta Hormiga, costa del Atlántico, donde cerámicas, conchas, material lítico y fogones, reflejan que hubo grupos humanos recolectores de moluscos y cazadores que iniciaron los primeros hábitos sedentarios y una horticultura primaria. La cerámica de Puerto Hormiga es la más antigua de América.

  1. ETAPA FORMATIVA

    Tuvo tres fases: Temprana, Media y Superior. Se extendió del 1200 a. de C., al siglo XVI, hasta la llegada de los españoles. El Formativo Temprano se caracterizó por los clanes de horticultores, la cultura de Momil y el inicio de la cultura de San Agustín.

    El Formativo Medio se distinguió en su orden económico por una agricultura más tecnificada, en la cual además de1 maíz se cultivaba yuca, papa, fríjol y cacao; aunque continuaba siendo una economía de subsistencia sin excedentes de producción. En el orden social se dieron los primeros cacicazgos, que son grupos conformados por varias aldeas, y los núcleos, habitaciones con viviendas sobre terrazas. En este periodo se perfeccionaron las manifestaciones artísticas: cerámica figurativa y técnicas perfectas en orfebrería. Florecieron las culturas de San Agustín, Tierra- dentro, calima, quimbaya, sinú y tumaco.

    En el Formativo Tardío o Superior, hubo una agricultura avanzada con técnicas desarrolladas, como la irrigación y conducción de agua. Surgió una estratificación social y un avanzado sistema político-administrativo. Los cultos funerarios revelan una intensa vida religiosa. Las culturas representativas de este período fueron la Tayrona y la Muisca. La conquista española interrumpió el proceso cultural de estos grupos.

FAMILIAS INDIGENAS


La región arqueológica colombiana se encuentra ubicada en lo que se conoce como área intermedia, entre el territorio maya y los Andes Centrales y está constituida, por algunos países centroamericanos, por Colombia y Ecuador. Colombia posee costas sobre el mar Caribe y el océano Pacifico; esta magnífica situación la ha convertido en un cruce de múltiples tendencias culturales: de las zonas mesoamericana, circuncaribe, andina, amazónica y pacífica.

PERÍODOS ARQUEOLÓGICOS

La etapa aborigen de Colombia siguió un proceso de formación similar al de otras culturas, pasando por varias fases. Al llegar los conquistadores europeos, encontraron culturas indígenas avanzadas y grupos aislados con elementales sistemas agrarios, alimentándose básicamente de la caza y la pesca.

Las etapas correspondientes a este proceso cultural no tienen una determinación cronológica unificada, ya que los testimonios arqueológicos y geológicos varían en cuanto a datación de fechas. Sin embargo, las más aproximadas son: Paleoindia, Arcaica y Formativa.

  1. ETAPA PALEOINDIA

    Se ubica entre el 15.000 y el 7000 a. de C. Hallazgos arqueológicos en la región de El Abra, cerca a Zipaquirá, y en la hacienda del Tequendama, junto a la región del mismo nombre, muestran artefactos líticos, restos humanos y herramientas elaboradas en hueso y cuerno, como lascas, raspadores, raederas, núcleos y denticulados, lo que manifiesta vestigios de grupos de cazadores y recolectores que se alimentaban no sólo de pequeños mamíferos, sino también de frutos y raíces.

  1. ETAPA ARCAICA

    Va del 7000 al 1200 a. de C. Esta etapa se caracteriza por una agricultura incipiente. El principal yacimiento se encontró en Puerta Hormiga, costa del Atlántico, donde cerámicas, conchas, material lítico y fogones, reflejan que hubo grupos humanos recolectores de moluscos y cazadores que iniciaron los primeros hábitos sedentarios y una horticultura primaria. La cerámica de Puerto Hormiga es la más antigua de América.

  1. ETAPA FORMATIVA

    Tuvo tres fases: Temprana, Media y Superior. Se extendió del 1200 a. de C., al siglo XVI, hasta la llegada de los españoles. El Formativo Temprano se caracterizó por los clanes de horticultores, la cultura de Momil y el inicio de la cultura de San Agustín.

    El Formativo Medio se distinguió en su orden económico por una agricultura más tecnificada, en la cual además de1 maíz se cultivaba yuca, papa, fríjol y cacao; aunque continuaba siendo una economía de subsistencia sin excedentes de producción. En el orden social se dieron los primeros cacicazgos, que son grupos conformados por varias aldeas, y los núcleos, habitaciones con viviendas sobre terrazas. En este periodo se perfeccionaron las manifestaciones artísticas: cerámica figurativa y técnicas perfectas en orfebrería. Florecieron las culturas de San Agustín, Tierra- dentro, calima, quimbaya, sinú y tumaco.

    En el Formativo Tardío o Superior, hubo una agricultura avanzada con técnicas desarrolladas, como la irrigación y conducción de agua. Surgió una estratificación social y un avanzado sistema político-administrativo. Los cultos funerarios revelan una intensa vida religiosa. Las culturas representativas de este período fueron la Tayrona y la Muisca. La conquista española interrumpió el proceso cultural de estos grupos.